SANTO DOMINGO.- No hay nada que hable mejor de las actividades sociales en la noche de esta ciudad que una bebida o cóctel en la mano. Sin importar la ocasión o la oportunidad, las mezclas de distintos tipos nos han acompañado a ritmo de cualquier género musical o espacio geográfico en que nos encontremos.
Existen varias combinaciones que son harto conocidas por quienes al menos han salido una vez, y que ya son un elemento que se hace común en los bares y restaurantes. Por ejemplo, el “Cuba Libre”, mezcla de ron con cola; el “destornillador”, que no es más que un vodka con jugo de naranja, y el ya clásico “vodkcranberry”, cuya fusión de vodka y cranberry se ha vuelto favorita por muchos debido a la combinación de sabores.
Pero, ¿qué ocurre cuando la creatividad se desborda y se empiezan a tener nuevas ideas de mezclas? Ocurre el nacimiento de nuevas bebidas que se convierten, muchas veces, en el “elemento de reconocimiento” de estos establecimientos y llegan incluso a crear adhesión al lugar y al trago, en particular. Un caso similar es el que ocurre en Cinema Café, de la plaza de la Cultura.
Este lugar es conocido entre el segmento joven por sus actividades culturales y conciertos de múltiples géneros, desde la percusión hasta la electrónica, pero hay dos bebidas particulares que también lo han hecho famoso.
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