Han pasado muchas cosas desde que Mónica Angulo dio sus primeros pasos en la moda de la mano de Ossygeno Models Management, agencia que dirige Sandro Guzmán. Además de haber sido una de las finalistas de Miss Mundo Dominicano, fue firmada por la Ford –por la mismísima Katie Ford, que no es lo mismo- y, desde entonces, su carrera ha tomado rumbos impredecibles. Actualmente sigue trabajando como modelo, pero también ha probado suerte como actriz –ingresó en el Theatre of Arts y luego a New York Film Academy- y, actualmente, estudia periodismo en la University of Miami. Parece que su historia apenas comienza.
¿Qué ha pasado en tu vida luego del certamen Ford Model?
Muchas puertas se han abierto. Se han presentado trabajos importantes, viajes y ¡estudios aún a tiempo completo! También he tenido .a oportunidad de conocer personas increíbles y hacer amigos con quienes he compartido momentos inolvidables.
¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje en este tiempo?
No aferrarme a nada en la vida, que no es lo mismo que ser conformista. Todo pasa por una razón y las cosas pueden tomar un giro inesperado del cual no tienes control. Aún así, hay que esforzarse y continuar sin importar qué. Hoy estoy aquí y mañana no sé dónde, pero siempre abierta a los cambios, aunque llegue uno que no sea positivo; lo importante es no perder el tiempo lamentándose y seguir adelante.
De niña seguro eras la “flacucha” de tu curso, ¿qué te dicen tus compañeros ahora?¡Uffff! ¡Flaquísima! ¡Los días de San Valentín siempre me iba en blanco! (risas). Hoy están todos felices porque me va bien, gracias a Dios.
¿Tu historia como modelo es una de sacrificios o casualidades?
Comenzó como una casualidad, a mis 16 años, por alguien a quien le agradeceré por siempre: Sandro Guzmán. A los 19, entré a Ford, en New York. El día que llegué a la agencia estaba allí Katie Ford y me firmó inmediatamente, pero de que trabajes o no, dependerá de tu sacrificio y dedicación, no de que por casualidad reúnas condiciones y le gustes a un cliente.
¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?
Bueno, aquí eres lo que aparentas, no importa quien seas. Entonces, ser bonita puede ser tu mejor arma y, a la vez, tu mayor desventaja.
El modelaje normalmente abre las puertas a otros renglones del entretenimiento, ¿en tu caso qué esperas lograr?
No hay dudas de que abre puertas, lo importante es estar bien plantado y no perder el enfoque. Espero sacarle el mejor provecho, que hasta el momento así ha sido. El ritmo de vida que llevo no es fácil, tengo universidad “full time” y trabajo. Hay veces que tengo que despertar a las dos de la madrugada para ir a una locación y trabajar todo el día para luego estudiar de noche. Pero tengo una lista por ahí de cosas que según voy logrando, voy tachando… ¡Y es larga!
Cinco piezas claves de tu estilo:
Cualquier par de jeans, White-Tee, Christian Louboutin Slingback rojas (¡comodísimas!), Classic G Print de Gucci y aretes sencillos.
¿Qué tipo de vestimenta nunca llevarías?
Algo transparente…
Cambiaste Los Ángeles por Miami, ¿preferiste el calorcito de la ciudad del sol?
¡Sí! Extraño mucho a mis amigos, las montañas, el valle, el Mondrian los domingos… fueron dos años memorables, pero cuando toque irme de Miami, sentiré lo mismo, todo es adaptarse y aunque me de nostalgia recordar, estoy tranquila. El cambio ha sido positivo.
¿Cuáles son tus planes para el año que recién inicia?
Seguir estudiando, trabajando y tachando cosas de mi lista.
Un secreto: Siempre juego Tetris antes de dormir.
Una mentira: ¡Que las modelos no comen!
Nunca salgo sin: Reloj, llaves, celular y cartera.
Sueño con: Vivir en Mónaco
Placer secreto: El Peppermint Tea con leche condensada que prepara mi amiga Claire…
Te recomiendo probar: Rockefeller Oysters de Prime One Twelve.
Me muero por ir:a fiji
Un héroe: Mi madre, es la mujer más fuerte y luchadora que jamás he conocido
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